«La motivación es lo que te pone en marcha, el hábito es lo que hace que sigas» – Jim Ryun
Esta pregunta nos la hacemos constantemente cuando pensamos en cómo aprovechar nuestro tiempo para sacar el máximo rendimiento de cada asignatura evidentemente con el menor esfuerzo.
Debes saber que la concentración y la capacidad para memorizar contenido varía a lo largo del día por lo que es indispensable que dediques un tiempo a poder probar varias franjas horarias para poder elegir la mejor hora.
Esto ocurre porque las habilidades cognitivas como el aprendizaje o la memoria dependen de los ritmos circadianos ( cambios físicos, mentales y conductuales que se rigen por un ciclo diario en función de la luz, oscuridad y ambiente de un organismo). Por tanto, es muy importante definir un tiempo de estudio que se pueda llevar a cabo de manera repetida durante los diferentes días de la semana, para además, crear el hábito del aprendizaje y facilitar adquirir los conocimientos que quieres aprender.
Muy bien, ahora que sabemos que debemos analizar nuestras preferencias y crear una rutina, hay que tener en cuenta otro aspecto: El momento del día. Hay muchas personas que sienten la necesidad de estudiar hasta altas horas de la noche, ya que durante este período toda su familia y grupo de amigos se encuentran durmiendo, y al no tener la necesidad de comunicarse con ellos, se encuentran aislados para poder concentrarse mejor. Pues bien, este horario es completamente desaconsejable , ya que según un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista Nature Neuroscience, determinó que al final del día la actividad cerebral es tan alta y se han agotado tantos recursos que la capacidad de memorización y entendimiento se ven minimizadas.
También citan la importancia del sueño como parte clave del aprendizaje, ya que cuando dormimos, el cerebro recoge en la memoria del largo plazo la información adquirida a lo largo del día y hace que esta se afiance. También es recomendable el realizar pequeñas siestas después de comer, para poder asentar lo que se ha aprendido a lo largo del día.
Por tanto, la mejor franja horaria para estudiar sería la mañana, ya que al despertarnos estamos frescos por haber descansado durante toda la noche y no hemos saturado aún nuestro cerebro con información.
Como pequeño consejo desde nuestra experiencia académica, hemos de decirte, que nos funcionaba bastante bien el madrugar a las 4 de la mañana a estudiar. Evidentemente esto implica un esfuerzo muy grande de irte a dormir a las 21 para poder descansar 7-8 horas que es lo recomendable y también no hacerlo el día antes del examen sino con bastante más tiempo. Esto lo hacíamos por el mismo motivo que una persona estudia hasta tarde, para poder estar aislados de distracciones y focalizarnos en el aprendizaje.
Esperamos que estos consejos puedan ayudarte para mejorar tu productividad cuando estés estudiando y te animamos a leer más artículos del blog por si te interesa aprender trucos para el estudio.
¡Nos vemos en el siguiente! 👀👋🏻